#GrPC02 Greed. Bienvenidos a Looloo Land.
Pᴇɴᴛᴀɢʀᴀᴍ Cɪᴛʏ ᴘʲᶜᵗ
🔥- Narrativa.
🔥- #GrPC02 + #Petite
🔥- Greed. | Bienvenidos a Looloo Land.
🔥- Palabras: 900.
💀- Niffty.
🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤
Charlie había decidido el cederles un día libre fuera de la mansión como premio a que la mayoría interactuó bien en sus últimas actividades, los estaría supervisando Vaggie, -no dejaba de ser divertido-, Angel fue quien seleccionó el lugar a visitar, después de todo tenía puntos a favor por poseer las más notorias y cuantiosas mejoras en su comportamiento.
La pequeña mucama volteaba a ver hacia todos lados, ordenando cosas de vez en cuando, más tarde acabaría el grupo subiendo a un transporte público que los llevaría al barato parque copia del de Lucifer, allá en el círculo de la avaricia.
En el trayecto Niffty limpió de arriba a abajo el autobús cual posesa, también a algunos pecadores e Imps, más de la mitad se bajaron antes de tiempo despavoridos, pero como en teoría no se portó mal, no hubo grandes llamadas de atención por parte de la supervisora en turno.
Una vez que descendieron se quedó todo el grupo admirando la entrada, unos hasta comparando, veloz la loca mucama se trepó en el actor porno, justo en su esponjosa bicolor cabeza, sonriendo con más amplitud de la habitual, ahí conseguía la mejor vista, Angel después de todo era más alto que su querido amo Alastor.
—Ooh sí, el parque de otro chico maaalooo. —Risueña siguió instalada en la cabeza del italiano, Vaggie pagó todas las entradas, caminando entre las atracciones la pelirroja bajó lentamente, frotándose un momento las manitas.
Si bien el sitio ese era más chico que el parque de Lucifer, seguía siendo en verdad enorme; la gente, los espacios, todo ello comenzaría a inquietar a la singular Niffty.
Una parte se detuvo para comprar golosinas, otra recuerdos, tomar fotos...sin percatarse de que su pequeña psicópata incomprendida estaba bastante lejos acosando a una botarga de Mammon, persiguiéndolo porque quería tocarlo, al final lo consiguió cuando saltó a su espalda con salvajismo, derribándolo, el sujeto se arrancó parte del traje, botándolo en su cara, huyendo de inmediato, Niffty no podía estar más feliz, arrastrando los restos de la botarga con ella, dispuesta a mostrar orgullosa su botín a sus amigos/compañeros.
No obstante a medio andar auras verdosas rodearon a la enana, no sólo a ella, a varios mas, aunque fue la primera que comenzó a actuar raro... más raro -si eso era posible-.
La codicia entraba a su corazón, algo sumamente inusual en un ser que es feliz con la mínima atención y limpiando desastres, vaya su cuerpo podía almacenar ira, lujuria, pero no codicia, o por lo menos no se había observado eso en la pelirroja con anterioridad.
La mucama se detuvo de forma algo abrupta, vio los restos de la botarga pensando en que debería haberla tenido completa, luego se percató de los pecadores cercanos a ella, bastante conformes, ¿más de lo que le gustaría?, disfrutando, ella también quería, pero más que los otros, y tener sus cosas, ¿por qué no? Aspirar más allá de los límites.
Es más, se estaba preguntando, porque fueron a un parque barato, debieron haber entrado al original, entonces tendría una maravillosa botarga de Lucifer, o todas, únicamente para ella, limpiando para el rey, tratando de cautivarlo, obteniendo ganancias inimaginables.
Más desquiciada, consumida -por no decir manipulada-, se rió de manera estruendosa e irregular, desastrosa, como si fuera o quisiera quebrarse el cuello en el proceso, babeando, ilusionada de un modo enfermizo por dinero, joyas, colecciones, atenciones vip, materiales de limpieza exquisitos, estar en la mismísima mansión Morningstar.
La codicia desmedida la apartó de la realidad, sus ojos cambiaron de color, abandonando los restos de la botarga, decidida a atacar a cualquier sujeto, robarlo, destacar.
De un momento a otro saltó hacia una señora que llevaba dos paletas enormes, Niffty siseó que debían ser suyas, la actitud maníaca suya no tardó en hacer estallar pánico colectivo, apaciguándose solamente por el brote codicioso de otros, volviéndose una pelea campal un tanto peculiar, misma que llamaría la atención del resto de integrantes del hotel.
Husk hacía una mueca, iba a sugerir ignorarla, pero notó la mirada de la chica, Vaggie no iba a permitir una tentación o pecado mayor echara a perder el escaso avance de una de las suyas, ¡era además con la que más batallaron!
-Sí, ella sólo era la mucama, no un inquilino, no obstante ya le guardaban cariño y un poco de fe... muy poca-.
Con la ex exterminadora zarandeando a la mucama, los otros empujándolas lejos de las multitudes actuando raras, y Angel nervioso, salieron del parque temático, Niffty seguía diciendo que obtendría toda la atención, dinero, riquezas, reconocimiento, y estaría sentada a lado de Lucifer; la voluntad inquebrantable de su leal corazón estaba por quebrarse. De pronto una sombra conocida apareció, la de Alastor, su presencia la hizo respingar, por fin comenzó a volver en sí, seguro que el demonio de la radio no estaba dispuesto a perder tan valioso elemento.
—Graciaaas, mi amo. —Ella se reverenció, mostrándose más en sus cinco sentidos. Si quedaría a futuro esa raíz de oscura avaricia en su interior o no, sería problema del Overlord.
—Ookay, no volveremos a éste parque de mierda, vayamos al parque original, andando. —Ordenaba Vaggie un tanto estresada.
La mucama devolvió cosas que logró hurtar en descuidos, botó lo poco que le quedaba de restos de botarga, entonces la sombra se desvaneció, pudiendo irse de nueva cuenta los inquilinos del hotel sanador en un transporte público.
🔥- Narrativa.
🔥- #GrPC02 + #Petite
🔥- Greed. | Bienvenidos a Looloo Land.
🔥- Palabras: 900.
💀- Niffty.
🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤
Charlie había decidido el cederles un día libre fuera de la mansión como premio a que la mayoría interactuó bien en sus últimas actividades, los estaría supervisando Vaggie, -no dejaba de ser divertido-, Angel fue quien seleccionó el lugar a visitar, después de todo tenía puntos a favor por poseer las más notorias y cuantiosas mejoras en su comportamiento.
La pequeña mucama volteaba a ver hacia todos lados, ordenando cosas de vez en cuando, más tarde acabaría el grupo subiendo a un transporte público que los llevaría al barato parque copia del de Lucifer, allá en el círculo de la avaricia.
En el trayecto Niffty limpió de arriba a abajo el autobús cual posesa, también a algunos pecadores e Imps, más de la mitad se bajaron antes de tiempo despavoridos, pero como en teoría no se portó mal, no hubo grandes llamadas de atención por parte de la supervisora en turno.
Una vez que descendieron se quedó todo el grupo admirando la entrada, unos hasta comparando, veloz la loca mucama se trepó en el actor porno, justo en su esponjosa bicolor cabeza, sonriendo con más amplitud de la habitual, ahí conseguía la mejor vista, Angel después de todo era más alto que su querido amo Alastor.
—Ooh sí, el parque de otro chico maaalooo. —Risueña siguió instalada en la cabeza del italiano, Vaggie pagó todas las entradas, caminando entre las atracciones la pelirroja bajó lentamente, frotándose un momento las manitas.
Si bien el sitio ese era más chico que el parque de Lucifer, seguía siendo en verdad enorme; la gente, los espacios, todo ello comenzaría a inquietar a la singular Niffty.
Una parte se detuvo para comprar golosinas, otra recuerdos, tomar fotos...sin percatarse de que su pequeña psicópata incomprendida estaba bastante lejos acosando a una botarga de Mammon, persiguiéndolo porque quería tocarlo, al final lo consiguió cuando saltó a su espalda con salvajismo, derribándolo, el sujeto se arrancó parte del traje, botándolo en su cara, huyendo de inmediato, Niffty no podía estar más feliz, arrastrando los restos de la botarga con ella, dispuesta a mostrar orgullosa su botín a sus amigos/compañeros.
No obstante a medio andar auras verdosas rodearon a la enana, no sólo a ella, a varios mas, aunque fue la primera que comenzó a actuar raro... más raro -si eso era posible-.
La codicia entraba a su corazón, algo sumamente inusual en un ser que es feliz con la mínima atención y limpiando desastres, vaya su cuerpo podía almacenar ira, lujuria, pero no codicia, o por lo menos no se había observado eso en la pelirroja con anterioridad.
La mucama se detuvo de forma algo abrupta, vio los restos de la botarga pensando en que debería haberla tenido completa, luego se percató de los pecadores cercanos a ella, bastante conformes, ¿más de lo que le gustaría?, disfrutando, ella también quería, pero más que los otros, y tener sus cosas, ¿por qué no? Aspirar más allá de los límites.
Es más, se estaba preguntando, porque fueron a un parque barato, debieron haber entrado al original, entonces tendría una maravillosa botarga de Lucifer, o todas, únicamente para ella, limpiando para el rey, tratando de cautivarlo, obteniendo ganancias inimaginables.
Más desquiciada, consumida -por no decir manipulada-, se rió de manera estruendosa e irregular, desastrosa, como si fuera o quisiera quebrarse el cuello en el proceso, babeando, ilusionada de un modo enfermizo por dinero, joyas, colecciones, atenciones vip, materiales de limpieza exquisitos, estar en la mismísima mansión Morningstar.
La codicia desmedida la apartó de la realidad, sus ojos cambiaron de color, abandonando los restos de la botarga, decidida a atacar a cualquier sujeto, robarlo, destacar.
De un momento a otro saltó hacia una señora que llevaba dos paletas enormes, Niffty siseó que debían ser suyas, la actitud maníaca suya no tardó en hacer estallar pánico colectivo, apaciguándose solamente por el brote codicioso de otros, volviéndose una pelea campal un tanto peculiar, misma que llamaría la atención del resto de integrantes del hotel.
Husk hacía una mueca, iba a sugerir ignorarla, pero notó la mirada de la chica, Vaggie no iba a permitir una tentación o pecado mayor echara a perder el escaso avance de una de las suyas, ¡era además con la que más batallaron!
-Sí, ella sólo era la mucama, no un inquilino, no obstante ya le guardaban cariño y un poco de fe... muy poca-.
Con la ex exterminadora zarandeando a la mucama, los otros empujándolas lejos de las multitudes actuando raras, y Angel nervioso, salieron del parque temático, Niffty seguía diciendo que obtendría toda la atención, dinero, riquezas, reconocimiento, y estaría sentada a lado de Lucifer; la voluntad inquebrantable de su leal corazón estaba por quebrarse. De pronto una sombra conocida apareció, la de Alastor, su presencia la hizo respingar, por fin comenzó a volver en sí, seguro que el demonio de la radio no estaba dispuesto a perder tan valioso elemento.
—Graciaaas, mi amo. —Ella se reverenció, mostrándose más en sus cinco sentidos. Si quedaría a futuro esa raíz de oscura avaricia en su interior o no, sería problema del Overlord.
—Ookay, no volveremos a éste parque de mierda, vayamos al parque original, andando. —Ordenaba Vaggie un tanto estresada.
La mucama devolvió cosas que logró hurtar en descuidos, botó lo poco que le quedaba de restos de botarga, entonces la sombra se desvaneció, pudiendo irse de nueva cuenta los inquilinos del hotel sanador en un transporte público.